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l mercado laboral de 2026 dibuja una realidad incontestable: habrá subidas salariales, pero no necesariamente un aumento de sueldo directo para todos los trabajadores. Aunque muchos empleados ya piensan en cuándo será el momento perfecto para pedir una mejora salarial, cada vez más empresas buscan alternativas para mejorar la compensación sin elevar el salario base.

Qué dice la normativa sobre el aumento de sueldo y los complementos en 2026

Las previsiones de incrementos salariales para 2026 apuntan a una revisión generalizada del salario base ligada al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y a la negociación colectiva. En concreto, el aumento de sueldo previsto en España será del 3,5%, aunque parte de este incremento se verá afectado por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).

Pese a que la cuantía exacta se determinará en 2026, se está debatiendo si vincular su revisión semestralmente al IPC, con el objetivo de cumplir el 60% del salario medio, según la Carta Social Europea. Por lo tanto, si las estimaciones se cumplen, el SMI se situará entre 1.220 y 1.243 euros mensuales por 14 pagas.

El último borrador del Real Decreto que regulará las subidas salariales establece que el cálculo del incremento obligatorio se hará sobre el salario base y las percepciones económicas fijas, excluyendo los complementos salariales. Es decir, los complementos salariales no se sumarán al cálculo de la subida obligatoria.

El Ejecutivo establece así diferencias entre una subida salarial, un aumento de sueldo directo y una ampliación de compensación vía beneficios sociales o extras laborales. También abre la puerta a aplicar revisiones adicionales si la inflación supera lo previsto.

Alternativas reales para mejorar la compensación sin tocar el sueldo base

Los aumentos salariales anuales estarán sobre la mesa, pero no garantizan una subida equivalente al coste de vida. Ante esta situación, pedir un aumento de sueldo directo podría no ser la única vía para mejorar ingresos reales. Cada vez más empleados empiezan a buscar alternativas a la subida tradicional de nómina.

Retribución flexible y beneficios sociales

Las empresas que no pueden asumir grandes incrementos salariales están recurriendo a la retribución flexible como una forma eficiente de aumentar el valor real del salario sin elevar de forma proporcional los costes. A través de beneficios sociales como comida, transporte, formación o guardería, los empleados pueden optimizar su nómina y pagar menos impuestos.

Cómo te ayuda la Retribución Flexible

A nivel fiscal, los beneficios están exentos de IRPF, por lo que la base por la que estamos tributando disminuye. Al final, el disponible neto es mayor que si tributamos por el total

Plataformas como Coverflex permiten configurar un sistema de retribución flexible con beneficios ajustado a cada perfil. A través de un monedero digital que se adapta a las necesidades de cada persona, el empleado puede destinar hasta un 30% de su sueldo en beneficios sociales exentos de IRPF.

Por ejemplo, un paquete de retribución flexible que incluya gastos de comida, transporte, guardería y seguro de salud genera un ahorro fiscal aproximado de 500 euros al año para un empleado que gane 25.000 euros. Si la empresa quisiera lograr el mismo efecto mediante una subida directa de sueldo, el coste anual superaría los 800 euros por persona

Cuando empezamos, éramos unas 40 personas trabajando en la empresa y no encontrábamos una solución que pudiera adaptarse a nuestras necesidades. Para una compañía como nosotros, con un modelo de trabajo muy flexible, extrapolar esa flexibilidad a la compensación es un básico que necesitábamos implementar.

David Cortés
HR Manager en ABG

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Multiplicado por una plantilla de 10 trabajadores, el total ascendería a 8.400 euros. Coverflex permite obtener esta mejora con un coste anual de apenas 600 euros. La mejora es evidente: se produce un ahorro del 92,86% frente al incremento salarial tradicional. Puedes calcular el ahorro total de tu empresa a través de nuestra calculadora de retribución flexible.

Complementos salariales y pluses específicos

Dado que los complementos salariales no se incluyen en la base de cálculo de la subida obligatoria, muchas empresas están incorporando incentivos variables como plus de transporte, bonus de productividad o ayudas a la formación. 

Estos complementos salariales permiten mejorar las condiciones salariales sin modificar la estructura fija del salario y pueden ser una vía interesante para trabajadores que quieran negociar una mejora salarial sin entrar en una revisión completa de la banda salarial.

Desarrollo profesional como vía de crecimiento económico

No todas las mejoras pasan por pedir un aumento de salario de forma directa. Potenciar el desarrollo profesional permite al empleado acceder a puestos mejor pagados dentro de la misma empresa. Desde el punto de vista de recursos humanos, ofrecer itinerarios de carrera, certificaciones y planes de formación es una forma estratégica de compensar sin incrementar de forma inmediata los costes salariales.

Con un mercado laboral que valora habilidades técnicas y digitales, formarse puede ser incluso más rentable que una subida de sueldo puntual. Muchos trabajadores esperan el momento perfecto para pedir un aumento, por lo que vincular esa solicitud a una mejora de competencias aumenta las posibilidades de una respuesta favorable.

Jornada laboral de 4 días sin reducción salarial

La semana de cuatro días con pleno salario continúa abriéndose paso como alternativa al aumento de sueldo convencional. Aunque no eleva el poder adquisitivo, incrementa de forma palpable el tiempo personal y el confort existencial.

Esta modalidad permite reducir el desgaste y mejorar la motivación, dos factores que incluyen directamente en la retención de talento y en la productividad. Cuando un aumento de sueldo no es posible, acordar una jornada reducida manteniendo el salario puede ser otra opción de mejora salarial, entendida en términos de equilibrio entre vida laboral y personal.

Beneficios vinculados al SMI y revisiones por inflación

Con un Salario Mínimo Interprofesional en actualización permanente y una revalorización salarial obligatoria indexada al IPC para 2026, ciertos ajustes se producirán de forma automática. Aun así, discernir sobre qué partidas se aplica el aumento es determinante para negociar con provecho. 

Las empresas tienen la posibilidad de contrarrestar la presión del alza salarial ofreciendo ventajas impositivas, coberturas sanitarias o aportes a instrumentos de ahorro como planes de pensiones, realzando el salario emocional.

Cuándo es el momento perfecto para pedir un aumento

Como en casi todo, elegir el momento perfecto para pedir una mejora de compensación implica leer bien el contexto. Estos son algunos escenarios propicios:

  • Después de un logro importante: tras completar con éxito un proyecto o haber superado objetivos importantes, sobre todo en posiciones estratégicas. 
  • Evaluación periódica o revisión anual: aprovechar las revisiones de desempeño programadas por la empresa, al ser espacios formales destinados a dialogar sobre condiciones laborales.
  • Cuando la empresa tiene buen desempeño económico: si la compañía está en un buen momento econónico o ha tenido buenos resultados, hay más disposición para aprobar un aumento.
  • Cuando se han asumido más responsabilidades: si el volumen, la complejidad o la responsabilidad de tu trabajo ha crecido notablemente desde tu último salario, es una razón válida para pedir una subida.
  • Después de un tiempo razonable sin aumentos: normalmente, esperar al menos 12 meses desde el último aumento es adecuado, a menos que las circunstancias justifiquen un plazo menor.

Por último, no siempre es necesario pedir un aumento de sueldo directo. En muchos casos, solicitar beneficios o extras puede generar una mejora salarial más inmediata y viable que una subida de nómina tradicional. 

Una vez realizada la solicitud, los departamentos de recursos humanos analizan cada petición desde una perspectiva de coste y retención, por lo que plantear alternativas a un aumento de sueldo puede tener un mayor recorrido.

Aumentar la compensación sin aumento de sueldo: preguntas frecuentes

¿Cómo negociar tu aumento de sueldo?

Antes de hablar con recursos humanos o con tu responsable directo, es recomendable recopilar datos sobre tu desempeño, objetivos alcanzados y comparativa salarial del mercado laboral. En lugar de limitarte a pedir una cifra, plantea una conversación sobre desarrollo profesional, aportaciones al equipo y cómo tu trabajo ha generado valor. 

Puedes abrir la reunión diciendo: “Me gustaría revisar mi posición y mis condiciones salariales en función de los resultados alcanzados y mi evolución dentro del equipo.”

¿Cuánto es lo normal que te suban el sueldo?

Depende del sector y de la situación económica, pero la mayoría de subidas salariales se sitúan entre un 3% y un 7% anual. Las empresas suelen tomar como referencia el IPC o los acuerdos sectoriales para los aumentos salariales anuales, aunque hay compañías que vinculan la subida a objetivos o rendimiento. 

Si tu salario está por debajo de la media del mercado o asumes nuevas responsabilidades, puedes aspirar a una mejora salarial más elevada.

¿Qué hacer si no te suben el sueldo?

Si no hay subida salarial prevista, no significa que no exista margen de negociación. Puedes buscar alternativas como solicitar beneficios sociales, acceso a retribución flexible, pluses voluntarios, opciones de laboral de 4 días o planes de desarrollo profesional que te posicionen mejor para un futuro aumento de salario

Muchas empresas no pueden aumentar el sueldo base, pero sí ofrecer complementos salariales, formación o flexibilidad que mejoran tu salario real disponible.

¿Palabras correctas para pedir aumento de sueldo?

Evita expresiones como “necesito que me subas el sueldo” y opta por un enfoque más estratégico. Algunas frases que funcionan mejor al pedir un aumento de salario son:

  • “Me gustaría revisar mi retribución en base a los objetivos alcanzados.”
  • “Quiero hablar sobre mi evolución y cómo puede reflejarse en mi compensación.”
    “Considero que mi aportación ha crecido y me gustaría alinear mi salario con mis responsabilidades.”

Transmiten profesionalidad, tienen en cuenta la visión de la empresa y facilitan una negociación basada en hechos, no en expectativas personales.

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