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ablar de retribución flexible es hablar de bienestar laboral, de eficiencia fiscal y también —por qué no decirlo— de rentabilidad. Con el Job Hopping en máximos, muchas empresas han incorporado este sistema como parte de su estrategia para atraer y retener talento. Otras, en cambio, siguen haciéndose la misma pregunta: ¿cuánto cuesta realmente implementar la retribución flexible? ¿Vale la pena ponerla en marcha?

La respuesta corta es que cuesta bastante menos de lo que parece. Y la larga, que además del ahorro económico, cambia la relación del trabajador con la empresa. Motiva, fideliza y da lugar a una cultura más comprometida. En Coverflex lo hemos comprobado con cientos de empresas. Y, por eso mismo, hemos desarrollado herramientas que permiten calcular ese impacto con datos reales.

El coste frente al beneficio

Empecemos por lo básico: subir el salario bruto de los empleados no siempre es la mejor vía para mejorar su capacidad económica. A nivel fiscal, es una solución poco eficiente y, a nivel estructural, supone un aumento directo en los costes laborales y sociales para la empresa. En otras palabras, el gasto total se dispara

Si se recurre a beneficios exentos de IRPF como los que permite Coverflex —tarjeta restaurante, transporte, guardería o seguro médico, entre otros—, el empleado puede aumentar su poder adquisitivo sin necesidad de recibir una subida de su salario bruto. Y eso, para la empresa, se traduce en ahorro. Tomemos un caso real. 

Con un plan de retribución flexible que incluye comida, transporte, guardería y seguro médico, el impacto anual en el bolsillo de un empleado medio con un salario de 25.000 el ahorro fiscal rondaría los 500 euros anuales. Para conseguir ese mismo resultado para el empleado vía salario convencional, la empresa tendría que asumir un coste de más de 800 euros al año por empleado. Si hablamos de una plantilla de 10 empleados, el valor total sería de 8.400 euros. 

Con Coverflex, esa mejora se puede activar con una solución cuyo coste es de apenas 600 euros al año. El salto es evidente: una reducción del 92,86% de los costes respecto a una subida salarial convencional. Es lo que llamamos eficiencia fiscal aplicada a la compensación. Una apuesta por las personas que siempre termina dando resultados.

Aumentar el sueldo sin subir el coste

La clave a la hora de implementar la retribución flexible está en el régimen fiscal. Los beneficios disponibles para el plan de retribución flexible están exentos de IRPF hasta ciertos límites. Es decir, el empleado puede destinar parte de su salario bruto a cubrir necesidades del día a día —comida, transporte, guardería, seguro médico— sin tener que tributar impuestos por ello. De esta forma, aumenta su sueldo neto sin que la empresa tenga que aumentar el bruto.

Con nuestra calculadora de retribución flexible, cualquier empresa puede simular su escenario al detalle. Basta con introducir el número de empleados, el salario medio y los beneficios que se quieren ofrecer, el paquete es completamente personalizable. En segundos, la herramienta muestra el impacto real tanto para el equipo como para el balance financiero.

Flexibilidad real, sin carga para Recursos Humanos

Otra de las preguntas más habituales tiene que ver con la carga operativa. ¿Qué implica gestionar todo esto? En realidad, mucho menos de lo que se imagina. Coverflex está pensado para que el proceso sea 100% digital, desde la activación de cada beneficio hasta el seguimiento del uso por parte del empleado.

La empresa accede a un panel intuitivo desde el que puede configurar opciones, asignar presupuestos, revisar estadísticas y generar informes. Y el equipo gestiona todo desde su app: elige cómo distribuir su saldo, consulta sus límites fiscales y un largo etcétera. Todo ello sin necesidad de recurrir a Recursos Humanos.

No hay comisiones ocultas, ni consumo mínimo, ni compromiso de permanencia. Solo se paga por usuario activo. Y si una empresa quiere probar con un grupo reducido antes de ampliar, también puede hacerlo.

Una inversión con retorno

Este modelo de compensación es también una forma de construir un entorno de trabajo más saludable. Y eso tiene consecuencias. Según datos de la OMS recogidos en su informe de 2024, las empresas que integran programas de bienestar son hasta un 20% más productivas que aquellas que no lo hacen, aumentando con ello el retorno de la inversión (ROI).

Desde Coverflex, lo vemos cada día. Las empresas que activan beneficios personalizados notan una caída en el absentismo, una mejora del clima laboral y una mayor fidelización del talento. Porque cuando se cuida a las personas de forma tangible, la respuesta es inmediata. ¿A qué esperas para implementar la retribución flexible en tu empresa?

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