istóricamente, la negociación salarial ha sido un ejercicio de intuición, suerte y capacidad de presión. Llegabas a una entrevista sin saber cuánto pagaba realmente la empresa. Pedías un número basándote en tu salario anterior, no en el valor real del puesto. Y si querías negociar aumento de sueldo en tu trabajo actual, lo hacías prácticamente a ciegas, sin datos que respaldaran tu petición.
Eso cambia radicalmente a partir del 7 de junio de 2026. La nueva normativa de transparencia retributiva te da acceso a información que antes estaba vetada: rangos salariales publicados en las ofertas, datos sobre lo que cobran profesionales en tu misma categoría y criterios objetivos que determinan aumentos y promociones.
Por primera vez, podrás negociar salario con argumentos reales, no con suposiciones. Y si sabes aprovecharlo, tendrás una ventaja competitiva para conseguir un salario justo, tanto si buscas un nuevo empleo como si quieres mejorar tus condiciones actuales.
La nueva normativa: por qué ahora tienes más poder para negociar tu sueldo
La Directiva Europea de Transparencia Retributiva obliga a las empresas a hacer públicos datos que históricamente han mantenido en secreto. El objetivo principal es acabar con la brecha salarial de género: cualquier trabajador, independientemente de su perfil, se beneficia de tener acceso a información sobre cómo se fijan los sueldos.
A partir de 2026, todas las empresas en España deberán cumplir con estas obligaciones básicas:
- Publicar rangos salariales en todas las ofertas de empleo: ya no verás anuncios que digan salario según valía o a convenir. Tendrás una banda retributiva concreta antes de postular.
- Prohibir que te pregunten por tu salario anterior: las empresas no podrán basar su oferta en lo que cobraste antes, sino en el valor del puesto que ofrecen.
- Facilitar información sobre salarios medios por categoría: podrás solicitar datos sobre cuánto se paga en tu empresa para puestos equivalentes al tuyo, desglosados por género.
- Justificar diferencias retributivas superiores al 5%: si existen desequilibrios sin base objetiva, la empresa deberá explicarlos o corregirlos mediante auditoría.
- Eliminar cláusulas de confidencialidad salarial: podrás hablar de tu sueldo con quien quieras, sin riesgo de sanción.
Estos cambios introducen en la ecuación algo fundamental: información. Y en una negociación salarial, la información es poder. Quien tiene datos puede argumentar. Por el contrario, quien no los tiene, solo puede especular.
Cómo negociar tu sueldo en un nuevo trabajo
Negociar un salario justo cuando empiezas siempre ha sido incómodo. Pedías demasiado y te descartaban. Pedías poco y dejabas dinero sobre la mesa. Con la transparencia retributiva, esa incertidumbre desaparece.
Antes de la entrevista: investiga los rangos publicados
Cada oferta incluirá una banda retributiva. Antes de inscribirte, analiza ese rango. Si el máximo está dentro de tus expectativas, adelante. Si el tope es inferior a lo que buscas, no pierdas tiempo. Esta información te permite filtrar oportunidades reales y evitar procesos que no van a ninguna parte.
Por otro lado, si la empresa tiene más de 100 empleados, podrás consultar informes públicos sobre su política retributiva. Esos documentos te dan pistas sobre cómo gestionan los salarios internamente y si suelen pagar en la parte alta, media o baja de sus propias bandas.
Cómo negociar el sueldo en una entrevista de trabajo
Cuando llegues a la fase de negociación, no tendrás que lanzar un número al aire. La banda salarial es tu punto de partida. Si te ofrecen la parte baja del rango, tienes argumentos para pedir más:
«Veo que la banda para este puesto va de X a Y. Basándome en mi experiencia en [área concreta], mi conocimiento de [herramienta o metodología relevante] y los resultados que conseguí en mi anterior proyecto [dato específico], creo que mi perfil se ajusta a la parte alta del rango.»
Es decir, estás usando los datos que la propia empresa ha publicado y vinculándolos con tu valor real de forma objetiva. De este modo, no dependes de tu capacidad de convicción, sino de hechos verificables.
Cómo negociar tu sueldo en una entrevista sin revelar tu historial
La típica pregunta de ¿cuánto cobras ahora? siempre ha sido una trampa. Si venías de un sueldo bajo, te costaba justificar un aumento grande. Pues bien, con la nueva normativa esa pregunta está prohibida.
Si aún así te la hacen, puedes responder:
«Según la normativa de transparencia retributiva, no estoy obligado a compartir mi salario anterior. Prefiero centrar la conversación en el valor que puedo aportar a este puesto y en el rango que habéis publicado para la posición.»
Dicho esto, tener razón no basta para conseguir un buen salario. Hace falta método para aprovechar realmente la transparencia retributiva. Estas son algunas estrategias que puedes aplicar para negociar tu sueldo en una entrevista de trabajo:
- Identifica dónde te sitúas dentro de la banda: si tienes la experiencia y habilidades que piden, apunta a la parte alta. Si te falta algún requisito, pero compensas con otras fortalezas, sitúate en el punto medio-alto.
- Prepara ejemplos concretos de valor: no digas «soy bueno en X». Mejor di, «implementé X en mi último proyecto, reduciendo costes en un 20% en apenas seis meses».
- No aceptes la primera oferta si está en la parte baja: si te ofrecen el mínimo de la banda, pregunta: «¿Qué tendría que demostrar para acceder a la parte media o alta del rango en los primeros meses?», abriendo la puerta a revisiones tempranas.
- Negocia el paquete completo, no solo el salario base: retribución flexible, días de vacaciones, formación, teletrabajo, etcétera.
Cómo negociar un aumento de sueldo en tu empresa actual
Si ya estás trabajando y quieres mejorar tu salario, la transparencia retributiva también juega a tu favor. Ahora puedes basar tu petición en datos internos, no en percepciones.
Cómo negociar mi sueldo: solicita información antes de moverte
Antes de plantear nada, ejerce tu derecho a pedir información sobre salarios medios en tu categoría. Redacta un email sencillo:
«Según la normativa de transparencia retributiva, solicito información sobre el salario medio de mi categoría profesional [puesto concreto], desglosado por género si es posible, así como los criterios aplicados para determinar aumentos salariales.»
La empresa tiene obligación de responderte. Esos datos te dirán si estás por debajo, en la media o por encima del estándar interno. Si estás por debajo sin justificación, tienes base para reclamar.
Cómo negociar una subida de sueldo con argumentos
Una vez tengas la información, prepara tu caso:
- Demuestra que tu salario está desalineado: si cobras menos que la media de tu categoría y tus responsabilidades son equivalentes o superiores, ese es tu argumento principal.
- Documenta tu desempeño: proyectos completados, objetivos superados, responsabilidades asumidas. Cuantifica siempre que puedas.
- Vincula tu petición con los criterios oficiales: si la empresa dice que los aumentos se basan en experiencia, formación y resultados, demuestra que cumples esos tres factores.
- Propón una cifra concreta: no digas «me gustaría cobrar más». Di «basándome en estos datos, considero que mi salario debería estar en X, que se corresponde con la media de mi categoría».
Negociación salarial: cuándo y cómo plantearla
Cuándo lo planteas importa tanto como cómo lo planteas. El mejor momento suele ser durante la evaluación de desempeño anual, que es cuando naturalmente se habla de tu evolución y resultados. Si acabas de cerrar un proyecto importante, aprovecha ese momento: tu contribución está reciente y es más fácil vincularla con una petición de aumento.
También tiene sentido plantear un aumento cuando asumes nuevas responsabilidades: si tu puesto crece, tu salario debería seguir el mismo camino. Si al revisar los datos descubres que hay una diferencia injustificada entre lo que cobras tú y lo que cobran otros en tu misma categoría, no hace falta esperar a la revisión oficial. Esa desigualdad es razón suficiente para mover ficha.
A la hora de plantear la subida, evita sacar el tema de pasada o en conversaciones informales: solicita una reunión para tratarlo con calma y presenta una propuesta fundamentada con cifras concretas.
Errores que debes evitar en la negociación de salario
Contar con más información supone una ventaja competitiva, pero no te hace inmune a errores. Estos son los errores que más negociaciones salariales echan a perder, incluso cuando conoces los rangos:
- Aceptar la primera oferta sin cuestionar: si te ofrecen el mínimo de la banda y tienes experiencia, siempre hay margen. Preguntar no te descarta; demuestra que conoces tu valor.
- No preparar datos antes de la negociación: negociar sin información es como jugar al póker sin ver tus cartas. Investiga rangos y salarios medios del sector.
- Compararte solo con tu salario anterior: tu referencia ya no es lo que cobraste antes, sino lo que vale el puesto en el mercado actual. La normativa te protege de que te anclen en tu historial.
- Negociar solo salario base y olvidar los beneficios: un salario bruto ligeramente inferior puede compensarse con retribución flexible que aumente tu neto real sin coste extra para la empresa.
- No documentar los acuerdos: si llegas a un acuerdo verbal sobre una revisión salarial futura, pide confirmación por escrito. Las promesas sin documentar se olvidan.
- Ponerte a la defensiva: negociar salario no es un conflicto, es una conversación profesional sobre valor y compensación. Mantén un tono colaborativo, no de confrontación.
No te limites al salario, negocia el paquete completo
Cuando piensas en negociación salarial, probablemente te centras en el sueldo bruto mensual. Error. La compensación real incluye bonus, beneficios sociales, flexibilidad, formación, días extra, etcétera. Con la nueva normativa de transparencia, las empresas tendrán que ser igual de claras con todos estos componentes.
La retribución flexible, por ejemplo, permite que parte de tu salario bruto se destine a servicios que ya usas—comida, transporte, guardería, formación, gimnasio—con ventajas fiscales tanto para ti como para la empresa. Al estar exentos de IRPF dentro de ciertos límites, tu poder adquisitivo aumenta sin que la empresa pague más en costes laborales.
Por ejemplo, si tu empresa te ofrece 35.000 euros brutos anuales en salario fijo, puedes negociar que 3.000 de esos euros se canalicen a través de beneficios flexibles: tarjeta restaurante, transporte, guardería, formación o seguros médicos. En total, puedes destinar hasta un 30% de tu salario a este tipo de ventajas, según la normativa actual.
Coverflex facilita este tipo de compensación desde una plataforma sencilla donde gestionas tus beneficios, ves cuánto estás ahorrando en impuestos y eliges cómo distribuir esa parte flexible según tus necesidades. Si la empresa no puede subir tu salario base porque tiene el presupuesto ajustado, puedes proponer:
«Sé que no hay mucho margen. ¿Estaríais abiertos a incorporar retribución flexible? Para mí supondría un aumento neto real sin que vosotros tengáis que ampliar mucho el presupuesto.»
Con esta propuesta sobre la mesa, mostrarás iniciativa e interés por formar parte de la empresa, además de plantear posibles alternativas ante cualquier negativa acerca de negociar tu salario. Al hacer esta información pública, podrás comparar entre diferentes compañías para evaluar la propuesta de valor.
Negociar salario en 2026: preguntas frecuentes
Qué responder a expectativas salariales: ejemplos
Si te preguntan por tus expectativas antes de conocer la oferta, responde con el rango que has visto publicado: «He visto que la banda para este puesto está entre X e Y. Basándome en mi experiencia, me sitúo en la parte media-alta del rango».
En cambio, si no hay banda publicada, investiga el mercado y da un rango amplio: «Según mi experiencia y lo que conozco del sector, busco algo entre X e Y, aunque estoy abierto a hablar cuando conozcamos mejor el alcance del puesto».
Cómo hacer una contraoferta salarial
Agradece la oferta primero. Seguidamente, plantea tu contraoferta con datos: «Gracias por la oferta. He estado revisando el mercado y, considerando mi experiencia en X y los resultados que he conseguido [ejemplo concreto], creo que una cifra más ajustada estaría en torno a Y. ¿Hay margen para acercarnos a esa cantidad?». Siempre justifica el número con tu valor, no con tus necesidades personales.
¿Cuándo no debes negociar tu salario?
No negocies si ya has aceptado una oferta verbalmente y firmado el contrato. Tampoco lo hagas si estás en periodo de prueba sin haber demostrado resultados o si la empresa está atravesando problemas financieros evidentes y acabas de enterarte.
Por otro lado, evita negociar en momentos de crisis personal de tu responsable o justo después de cometer un error importante en tu trabajo.
¿Cuál es la regla de oro de la negociación salarial?
Nunca des el primer número si puedes evitarlo. Deja que sea la empresa quien haga la primera oferta, porque así conoces su rango real y puedes negociar desde ahí. Si te presionan para que des una cifra, devuelve la pregunta: «Preferiría conocer primero vuestra propuesta. ¿Qué rango habéis considerado para este puesto?».
Al fin y al cabo, quien habla primero, limita su margen de negociación.
¿Qué no decir durante la negociación salarial?
No menciones tus necesidades personales como argumento: «necesito X porque tengo una hipoteca» no funciona. Tampoco compares tu salario con compañeros mencionando nombres concretos ni amenaces con irte de la empresa si no te suben el sueldo, a menos que realmente estés dispuesto a hacerlo.
Por último, no aceptes inmediatamente la primera oferta sin al menos preguntar si hay margen. Y nunca digas «acepto cualquier cosa» porque devalúa tu posición desde el principio.


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