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adie duda de que atraer talento es importante. Pero retenerlo lo es aún más. En 2025, aproximadamente el 70% de los trabajadores españoles planea cambiar de empleo, lo que representa una cifra récord de job hopping en España. Tener claro qué es el employer branding implica reconocer que tu reputación como empleador influye directamente sobre cuántas personas talentosas quieren trabajar contigo y, no menos relevante, cuántas de esas personas se quedan.

La cuestión es, ¿cómo construir una buena estrategia de employer branding? En Coverflex, trabajamos día a día con empresas que quieren construir una cultura corporativa desde los cimientos. Estos son algunos ejemplos de employer branding que puedes aplicar en tu organización hoy mismo.

¿Qué es el employer branding?

Se habla mucho sobre el concepto, pero no siempre se explica bien qué es el employer branding. En términos sencillos, es la forma en la que una empresa es percibida como lugar para trabajar. Tiene que ver con cómo se comunica, cómo se cuida a los equipos, cómo se vive el día a día y qué valores transmite.

Podríamos decir que la definición de employer branding más acertada sería la reputación de una compañía como empleadora —marca empleadora, traducción literal—. Pero reducirlo a eso es quedarse corto. El employer branding es también una herramienta de atracción, una forma de retener talento y un canal para transmitir lo que realmente significa formar parte de esa organización. Es lo que sienten quienes ya están dentro, pero también lo que perciben quienes podrían estarlo.

¿Por qué es importante implementar una estrategia de employer branding?

Cuando se hace bien, el employer branding ayuda a construir relaciones laborales más sanas, fortalece el compromiso y mejora la percepción externa de la empresa. En cambio, cuando se descuida, los efectos se notan pronto: más rotación, menos motivación, menos engagement y procesos de selección eternos.

Tener clara una buena estrategia de employer branding permite anticiparse a esos problemas. Se trata de demostrar, con hechos, que la empresa se preocupa por su gente. Y eso, a medio plazo, es más rentable que cualquier campaña de reclutamiento masivo. 

Hablar de estrategias de employer branding implica también entender cómo cambian las prioridades. Las nuevas generaciones valoran la flexibilidad, el propósito, la cultura, pilares que deben sustentar cualquier propuesta que pretenda sostenerse a lo largo del tiempo.

Employer branding vs marketing de reclutamiento

Es fácil confundir ambos conceptos. Pero no son lo mismo. El marketing de reclutamiento intenta captar talento. El employer branding construye el contexto para que ese talento quiera quedarse. Lo ideal es diseñar una estrategia de atracción y retención del talento que se retroalimente. 

El envoltorio puede atraer, sí, pero ningún anuncio brillante compensa una mala experiencia. Lo que hace que una persona recomiende una empresa no es una oferta atractiva, sino una experiencia positiva edificada a base de coherencia, escucha y compromiso.

7 ejemplos de employer branding como estrategia que puedes aplicar en 2025

Llega la hora de diseñar una estrategia de employer branding, ¿qué es lo primero que una empresa debe considerar? ¿Se incrementarán los costes laborales? ¿Es posible delegar la administración de ciertos beneficios? Estos son algunos ejemplos de employer branding que puedes poner a prueba este 2025:

Cultura que se vive, no que se cuelga en la pared

La primera estrategia de employer branding efectiva parte de lo más básico: la cultura interna. ¿De qué sirve un valor escrito en una web si no cambia un mal proceso, no mejora una conversación incómoda o no se defiende cuando cuesta

Una empresa que habla de cercanía y mantiene jerarquías rígidas no está siendo coherente. En cambio, cuando el trato humano, la escucha activa y la empatía están presentes en las decisiones reales, el equipo lo nota.

Flexibilidad real, no una promesa vaga

Pocas cosas pesan más en la percepción de un empleo que la posibilidad de organizar tu vida sin fricciones. Ofrecer trabajo híbrido, flexibilidad horaria o la libertad de gestionar imprevistos sin tener que justificar cada minuto es uno de los [mejores ejemplos de salario emocional] enlazar a post de salario emocional. No implica necesariamente un gran coste, pero sí genera un enorme valor. 

En Coverflex lo hemos comprobado: cuando la flexibilidad no es una excepción, sino una norma, el compromiso crece.

Beneficios que se adaptan a quien los recibe

Una de las formas más eficaces de reforzar el employer branding es personalizar. Y nada sustenta mejor este principio que la retribución flexible. Con Coverflex, las empresas pueden ofrecer a su equipo una tarjeta única desde la que acceder a beneficios como comida, transporte, formación o seguro médico, según lo que cada persona necesite. 

Sin rigideces. Sin trámites innecesarios. Sin disparar los costes laborales, pero mejorando el valor del salario, al estar exento de IRPF.

Escucha activa y feedback continuo

Una buena estrategia no se impone: se construye escuchando. Dar voz al equipo, recoger feedback, corregir rumbo y reconocer errores cuando haga falta es una de las formas más potentes de generar confianza. Se trata de generar dinámicas constantes de escucha y diálogo real. Porque cuando una persona siente que su opinión tiene impacto, se refuerza su vínculo con la empresa.

Desarrollo profesional sin burocracia

Crecer dentro de la empresa debería ser posible sin tener que hacer ruido. Cuando los equipos ven que hay espacio para evolucionar, que se reconocen los méritos y que la promoción interna es real, se refuerza el sentido de pertenencia

Invertir en formación es una de las mejores decisiones que puede tomar una organización. Y si se hace con un modelo de retribución flexible como el de Coverflex, aún mejor: porque permite que cada persona elija cómo quiere aprender, cuándo y en qué.

Comunicación honesta desde el minuto uno

Desde el proceso de selección, cada punto de contacto con una empresa debería ser un reflejo de cómo se trabaja dentro. Si la oferta promete flexibilidad y luego se exige presencialidad total, hay una desconexión que daña la reputación. 

Una comunicación transparente, sin adornos, que anticipe lo que se va a encontrar una persona si entra en la empresa, no solo reduce la rotación: atrae perfiles más afines y refuerza la credibilidad. La coherencia también comunica.

Sentirse cuidado también es parte del salario

Fichar una salida a la hora estipulada no significa cuidar a tu equipo. Tiene que ver con cómo se gestionan los descansos, qué espacios hay para desconectar, si se facilita la conciliación o si hay apoyo emocional real. Y también con ofrecer herramientas que ayuden en lo práctico: un seguro médico incluido, ayudas al transporte, formación profesional continua. 

Todo eso forma parte de un buen salario emocional y contribuye a consolidar un entorno en el que apetece quedarse.

Una estrategia que empieza desde dentro

Construir una estrategia de employer branding no tiene tanto que ver con grandes campañas como con lo que pasa dentro, en el día a día. Empieza mucho antes: en cómo se organizan los tiempos, se comunica una decisión o se responde a una necesidad antes de que se vuelva un problema. Pero también en lo que se pone sobre la mesa.

La retribución flexible, por ejemplo, es una forma de dar autonomía, de confiar en que cada persona sabe lo que necesita. Y esa confianza, cuando es mutua, se convierte en cultura. Empieza a diseñar tu plan desde hoy mismo y confía en Coverflex, como otras tantas empresas, para construir un plan de beneficios acorde a las necesidades de tu equipo.

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